Con una planta de elaboración de aceite crudo de soja y proteína vegetal, si se efectúa en determinadas condiciones de rendimientos industriales, tecnologías, comercialización e integración a beneficios impositivos existentes, el proceso permite una mejora en la retribución primaria al productor mientras que los integrantes de la cadena industrializadora reciben márgenes muy rentables por su participación.
El resultado de valor agregado global, queda mayoritariamente en las zonas productoras, generando primariamente en las actuales circunstancias una verdadera sustentabilidad de esas producciones regionales, creando ingresos que incrementan la actividad económica regional.